La vida en el Neolítico.

Ahora que has visto todo lo que supuso la aparición del Neolítico, seguro que entiendes que la forma de vida cambió por completo. Intenta hacer este ejercicio de repaso y recordar  cómo vivían en el Paleolítico y compara el resultado con la vida en el Neolítico.

En lo primero que seguro que te has fijado es que las personas ahora viven en aldeas permanentes, porque ha dejado de ser necesario desplazarse buscando comida. Es decir, se volvieron sedentarios. Además, en una aldea neolítica, no vamos a encontrar sólo agricutores y ganaderos, sino que veremos también tejedores haciendo prendas de vestir, mantas, etc, en sus telares, hilanderas preparando la lana para el telar, alfareros preparando en su torno, vasijas, platos, etc. Como puedes ver han aparecido nuevos oficios.

Pero los cambios en la vida de las personas no se paran ahí. Si hasta ahora las mujeres se habían encargado de conseguir el 80% de la comida gracias a la recolección de frutos y caza de pequeños animales, a partir de ahora, se quedarán en el poblado y se dedicaran a otras tareas, como tejer, hilar o moler grano, pues no tienen la fuerza necesaria para manejar un arado. Poco a poco, a medida que el arado se imponga en las tareas agrícolas, las mujeres pasarán a un segundo plano en la sociedad. Esto es, no serán iguales al hombre.

Algo que debes recordar es que, aunque, a partir de ahora, la mayor parte del alimento procede de la agricultura y la ganadería, siempre que sea posible, se seguirán cazando animales como el ciervo o los jabalíes, pescando y recolectando productos silvestres como las moras.