Algunas chozas de
paredes de barro y techos de paja se levantaban en el meandro de un río poco
profundo. Río abajo un rebaño de cabras, apacentado por un joven pastaba en la
hierba ya marchitada por el sol. Cerca del poblado, algunas mujeres, provistas
de cestos y de hoces se movían entre manchas irregulares de una alta hierba
amarilla, un trigo primitivo que había sido plantado deliberadamente y no
sembrado al azar por el viento.
De repente, un grito
de alerta hizo que los hombres cogieran las lanzas y las mujeres huyeran con
los cestos hacia el poblado. El motivo: un grupo de 20 individuos; hombres,
mujeres y niños se aproximaba. Uno de los hombres llevaba colgado sobre sus
hombros el cuerpo de una oveja salvaje recién matada. Cuando los recién
llegados se acercaron, levantaron sus manos para demostrar sus intenciones
pacíficas.
Uno de los hombres
señaló el cuerpo de la oveja y después los cestos de semillas. Los aldeanos
comprendieron lo que quería decir y una mujer depositó un cesto junto a la
orilla. El hombre levanto dos dedos y la mujer colocó un segundo cesto junto al
primero. Los forasteros consultaron entre sí, y el cazador dejó la oveja en
tierra. Un hombre del poblado vadeó el río con los dos cestos de grano y tocó
ligeramente el animal. A su vez el cazador tocó los cestos. El trato estaba
cerrado.
a)
¿A qué
momento histórico hace referencia el texto?
b)
¿Qué datos
te han ayudado a saberlo?
c)
¿Qué
actividades desarrollan según el texto?
d)
¿Se dedican
a las mismas actividades los dos grupos?
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