Los egipcios llamaban faraón a su rey. El faraón concentraba en sus manos todos los poderes: dictaba las leyes, gobernaba el país, era propietario de gran parte de las tierras, controlaba el comercio y mandaba sobre el ejército.
Los egipcios creían que los faraones eran dioses. Por eso todos se arrodillaban a su paso y nadie podía mirarlos a la cara ni tocar su cuerpo. También pensaban que tenían poderes mágicos, como hacer que el Nilo creciera.
Los faraones vivían rodeados de riquezas, en grandes palacios con cientos de sirvientes y esclavos. Cuando un faraón moría, le sucedía su hijo, es decir, se formaban dinastías. En la historia de Egipto se sucedieron treinta y una dinastías: de la I a la XI durante el Imperio Antiguo, de la XII a la XVII en el Imperio Medio y de la XVIII a la XXV durante el Imperio Nuevo.
Los nobles y los sacerdotes formaban los grupos sociales más poderosos de Egipto. Tenían muchas riquezas y poseían gran parte de las tierras del país. Los nobles eran los miembros de la familia del faraón y de otras familias a las que el faraón había favorecido. Gobernaban las provincias en las que se dividía Egipto y vivían en grandes villas rodeadas de jardines. Los sacerdotes controlaban los ritos religiosos.
Los campesinos egipcios debían dar parte de sus cosechas y trabajar en obras públicas durante tres meses al año para mantener a estos grupos.
Texto adaptado de KalipediaContesta a las siguientes preguntas:
1. Resume el texto en dos o tres líneas.
2. ¿Que poderes tiene el faraón?
3. Según el texto ¿qué es una dinastía?
6. Según el texto ¿Cómo pagaban los impuestos los Egipcios?, ¿Pagaban todos los grupos sociales?
5. Dibuja una pirámide donde reflejes la composición de la sociedad egipcia
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